viernes, 11 de julio de 2008

Declaración Pública

EL COBRE PARA CHILE Y LOS CHILENOS
Hoy, 11 de julio se cumplen 37 años de la Nacionalización del Cobre, aprobada por una reforma constitucional en el Congreso Pleno. Por unanimidad los parlamentarios de la época coincidieron en la tan anhelada reforma, para que el cobre sea “el sueldo de Chile”, esta iniciativa impulsada por Salvador Allende vino a concretar una antigua reivindicación de los chilenos: ejercer soberanía plena sobre este recurso natural no renovable.
Chile es un país con grandes precariedades y necesidades, sin embargo en los últimos tiempos se han cedido grandes recursos nacionales, recursos que históricamente han conformado el patrimonio social de aquellos compatriotas que menos poseen y que, por tanto, más esperan de las iniciativas que las autoridades puedan emprender, en su representación, con esos bienes y recursos públicos.
Una especie de compulsión ideológica por privatizarlo todo se ha apoderado de las autoridades chilenas en las últimas tres décadas. Nada o casi nada se ha escapado a ese “furor apropiativo” de los bienes sociales.
La riqueza minera es la principal fuente de recursos naturales para los chilenos. Hemos tenido largas jornadas por su recuperación y grandes errores en su administración. Desde los conflictos con los recursos del salitre y las posturas antagónicas asumidas por Balmaceda y los empresarios y políticos vinculados financieramente con los ingleses, hasta la no tan lejana propuesta de chilenización y nacionalización del Cobre, derivando en la década de los ochenta y noventa a una franca política de privatización del recurso minero.
El programa de la Concertación, con el que ganó el Plebiscito y las elecciones de 1989, establecía claramente que se iba a cambiar la ley minera elaborada por José Piñera, en cuanto a impedir la entrada de capital extranjero a la minería y asegurar a Codelco el control de la producción. Sin embargo, al mes de asumir el poder, lo primero que se hace es una reforma tributaria, con tres leyes que modificaron el régimen de renta presunta de las empresas mineras.
La ley de nacionalización del cobre está vigente, como establece el artículo 3º transitorio de la actual Constitución. Por tanto, si queremos nacionalizar cualquier empresa extranjera de la gran minería del cobre basta que la Presidenta de la República lo decida. No hay necesidad de una ley ni de una reforma constitucional. Basta un decreto de la Presidenta de la República.
Lo más nefasto para el país es la inversión extranjera en la minería. No sólo en la minería, sino también en la madera o en la pesca. Todas las empresas extranjeras que explotan nuestros recursos naturales evaden impuestos. Todas declaran perdidas.
Invitamos a toda la comunidad a manifestarse respecto de esta realidad que no se compadece con las profundas desigualdades que atentan contra el bienestar de todo un país, que requiere de soluciones que el Estado debe asegurar y promover, si el Cobre estuviera en manos de nuestro país, otra sería la situación de la Educación y la Salud Pública, del acceso a las viviendas, de las pensiones a quien han dado toda una vida de trabajo.

Por la Dirección Regional del Partido Comunista de Chile:
Tamara Avendaño Vidal, Secretaria Política

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